¿Que es el overclocking?
Se conoce como una serie de técnicas que permiten forzar los componentes de un sistema informático (de cualquier tipo) para que trabajen a más velocidad de la original. Generalmente se suelen aplicar al microprocesador, pero éste no es el único componente susceptible de ser forzado, todos aquellos dispositivos que lleven un reloj interno o marcador de frecuencia (oscilador de cuarzo) pueden llegar a mayores frecuencias de trabajo que la original. También se aplican estas técnicas a la memoria RAM, tarjeta gráfica, e incluso a tarjetas de sonido, módems, etc.
Técnicas para implementar las mejoras:
Una vez visto este concepto de gran importancia, se mencionaran tres formas para aumentar la frecuencia de trabajo.
1.-Aumentar la frecuencia del bus frontal (FSB)
2.-Aumentar el valor del multiplicador.
3.- Aumentar FSB y multiplicador.
Técnicas para implementar las mejoras:
Una vez visto este concepto de gran importancia, se mencionaran tres formas para aumentar la frecuencia de trabajo.
1.-Aumentar la frecuencia del bus frontal (FSB)
2.-Aumentar el valor del multiplicador.
3.- Aumentar FSB y multiplicador.
Ejemplo del overclocking desde la BIOS
Para poder llevar a cabo las pruebas de overclocking iremos cambiando los valores de la frecuencia de la CPU mediante la BIOS.
En
cuanto al ordenador que vamos a utilizar para realizar las pruebas de
overclocking, cabe destacar algunos aspectos claves del hardware:
Procesador: AMD Athlon 64 3800 Socket
939 Dual Core
Placa base: K8 Asus A8N.Sli Premium
Memoria RAM: 2 GB, en dos módulos de 1 GB DDR 400 de Kingston
Tarjeta
gráfica: NVIDIA GeForce 6600
GT 128 MB
Disco duro: Maxtor Sata 300 GB 7200 rpm
La
BIOS nos permite elegir el porcentaje de overclocking que queremos utilizar.
Para ello modificaremos el "Overclock Profile" de Auto a AI
Overclocking.
Una
vez activado el AI Overclock, la BIOS nos permitirá elegir el porcentaje de
overclock mediante el menú "Overclock Options".
Este
menú nos permitirá variar el porcentaje de overclock entre cuatro opciones
predeterminadas, donde cada una de ellas se corresponde con un aumento de la
frecuencia de la CPU.
Tras
alterar el porcentaje anterior, solo nos queda guardar los cambios de la BIOS,
para luego poder realizar pruebas sobre la estabilidad del sistema, así como
ver qué mejoras hemos obtenido al aumentar la frecuencia del procesador.
Bien Gabriel, la próxima mejora la edición del texto, y pon tu fuente de información.
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